El cuarto de Lewsberg, revela la influencia de Lou Reed en la actual escena musical. Las canciones rudimentarias de pop y rock se mantienen deliberadamente desnudas, y en las letras, la tendencia hacia el existencialismo y el humor negro se matiza con una apertura y un compromiso casi ingenuos.
Fusionan influencias de Modern Lovers, Young Marble Giants y Galaxie 500. Su sonido limpio y evocador sigue destacando en la escena del indie, consolidando su posición como una de las bandas más interesantes del momento.